domingo, 11 de enero de 2015

Leyenda de Fray Garí.

Fray Garí es uno de los mitos que recoge el padre Cinto Verdaguer en su poema de Montserrat. La leyenda explica cómo la hija de Guifredo el Velloso fue poseída por el demonio. Los familiares decidieron pedir ayuda a fray Garí, un eremita de Montserrat a quien precedía la fama de buen exorcista.
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Talla de Fra Garí expuesta en el Museo de Historia de Barcelona






 Con rituales y plegarias, fray Garí conjuró los malos espíritus y los hizo salir. Acabado el exorcismo, sin embargo, fue tentado por el demonio y violó a la chica. Después, aconsejado por el mismo espíritu maligno, que había tomado la forma de otro eremita, la mató y la enterró. Fray Garí acudió a Roma para pedir el perdón y lo castigaron convirtiéndolo en una bestia, cubierta de pelo, que tenía que andar a cuatro patas. La condena no acabaría hasta que un bebé le hiciera saber que había llegado el perdón. Como bestia, fray Garí era exhibido por un grupo de comediantes, que lo acabaron abandonando en el palacio de Guifré. Un día, la condesa se paseaba con un bebé en los brazos y se tropezó con la bestia. El bebé, sorprendentemente, habló y sentenció: ‘Levántate, fray Garí, que de Dios estás perdonado.’ Fray Garí se vio obligado a explicar al conde su crimen. Ambos se marcharon a la montaña de Montserrat y allí Garí señaló el lugar donde había enterrado a la chica. La desenterraron y, milagrosamente, todavía estaba viva. En este punto, la historia acaba sin explicar cuál fue el destino de Fray Garí.



Cueva de Fray Garí en Montserrat, provincia de Barcelona.






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