La DGT destina tan solo medio millón de euros para la atención de víctimas de accidentes de tráfico, mientras dilapida su presupuesto en el suministro de radares.
A principios de diciembre, el departamento que
dirige María Seguí de gastaba 1,2 millones de euros en cuatro cinemómetros y un
sistema de captación de imágenes para helicópteros
En 2013 presupuestó 450.000 euros para “las
ayudas concedidas a entidades u organizaciones sin ánimo de lucro, cuyo objeto
sea la atención a las víctimas de accidentes de tráfico”
Este pasado año se cerrará con una nueva caída
de fallecidos en las carreteras españolas pero también con un desplome en el uso
de los vehículos por el efecto de la crisis
Este pasado día 1 la Dirección General de
Tráfico (DGT) cerró la última gran operación especial del 2013, la de fin de
año, por la que se preveía cinco millones de desplazamientos de automóviles en
las carreteras españolas durante la segunda fase del dispositivo de de tráfico
de Navidad. La primera parte no se ha cerrado con buenas cifras, desde que el
pasado viernes 20 cuando se inició la primera fase de la operación Navidad se
han producido veinte accidentes de tráfico en los que han muerto 22 personas,
pero en esta segunda no se ha dado aún ningún dato. ¿La razón? Presumiblemente
porque con estos datos se cerrará el año con menor siniestralidad que los años
60, unos datos por los que sacará pecho tanto la DGT presidida por María Segui
como al Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz, pero que obviará una
realidad, caen los accidentes, caen los fallecidos pero porque también se ha
desplomado el número de desplazamientos de vehículos por culpa de la crisis. Y a
pesar de la caída, los aproximadamente 1.140 fallecidos en 2013 son todo un
drama que en muchas ocasiones parece aparcarse ante las decisiones polémicas de
la Dirección General de Tráfico, ya sea por exceso o por defecto.
El departamento que regenta María Seguí ha
vuelto a poner en práctica una de sus técnicas habituales: la concesión de
fondos públicos, en esta ocasión en forma de subvenciones. Sin embargo no ha
sido el dispendio excesivo la bala enquistada en la gestión de la DGT, sino más
bien el poco presupuesto destinado a un concepto de suma importancia como la
vida que se juega en cada accidente de tráfico. El Boletín Oficial del Estado
viene de publicar el pasado 20 de diciembre la resolución por la que “se
publican las ayudas concedidas durante el ejercicio 2013 destinadas a entidades
u organizaciones sin ánimo de lucro, cuyo objeto sea la atención a las víctimas
de accidentes de tráfico”.
Menos de medio millón de euros para
atender a las víctimas
La resolución, firmada por la propia María
Seguí, imputa las ayudas concedidas al “presupuesto de gastos de la Jefatura
Central de Tráfico, por un importe total de 450.000 euros”. Nueve son las
entidades que se repartieron las migas de las ayudas:
FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral)
se llevó 81.793 euros en concepto de “atención psicológica integral para la
promoción de la autonomía personal de personas con daño cerebral por traumatismo
craneoencefálico en accidentes de tráfico y programa de Prevención para la
Seguridad Vial”.
DIA (Asociación Estatal de Víctimas de
Accidentes) se hizo con 74.432 euros para el “servicio de atención integral a
víctimas de accidentes de tráfico; ‘Alguien muy especial ha tenido un
accidente’: servicio de apoyo a la infancia victima directa o indirecta de
accidente de tráfico; servicio de asesoramiento legal a víctimas de accidentes
de tráfico, familiares y profesionales; proyecto para crear una red de
voluntariado a nivel nacional en la Asociación de Víctimas de Accidentes DIA;
jornadas de formación sobre herramientas para auto cuidado de los
intervinientes; prevención del Trastorno de Estrés Postraumático en víctimas de
accidentes de tráfico; y el programa de concienciación vial para jóvenes”.
STOP ACCIDENTES, con 73.614 euros para la
“intervención integral psicosocial a víctimas y familiares de accidentes de
tráfico; atención a las víctimas y familiares en el ámbito jurídico y el
programa La seguridad vial, es por ti y es por todos”
ASPAYM (Asociación de Parapléjicos y Grandes
discapacitados Físicos) también recibió 73.614 euros para “atención al nuevo
lesionado medular por accidente de tráfico y sus familias; campaña de prevención
de accidentes de tráfico: ‘No corras. No bebas. No cambies de ruedas’; una razón
más para sumar esfuerzos: Prevención y atención de las personas con lesión
medular por accidentes de tráfico”
AESLEME (Asociación para el Estudio de la
Lesión Medular Espinal) se hizo con 71.978 euros destinados a “atención jurídica
y psicológica; ‘Te puede pasar’; Road Show; cursos de reeducación del carné por
puntos; programa de prevención del consumo del alcohol y otras drogas ligadas a
la conducción de vehículos: ‘Si controlas, vuelves’; curso de formador de
formadores”
PAT (Asociación Española de Prevención de
Accidentes de Tráfico) recibió 38.443 euros para programa de orientación y
atención psicológica, jurídica y social a víctimas de accidentes de tráfico;
programa de orientación y atención jurídico-legal a víctimas de accidentes de
tráfico; ‘45 años comprometidos con la seguridad vial’; ‘Conciencia, con
ciencia’.
Fundación CEA se hizo con 14.723 euros que
dedica al servicio de atención de 24 horas a víctimas de accidentes de tráfico y
su portal Seguridad-vial.net.
Fundación AVATA tuvo otros 14.723 euros para
“la plataforma online de ayuda psicológica a víctimas de accidentes de tráfico;
intervención integral en accidentes de tráfico; ‘En carretera conciencia-T’; la
revista sensibilización accidente de tráfico; ayuda con imágenes a mejorar
nuestras carreteras; ‘El día de nuestras víctimas’; ‘Que hablen las
víctimas’”.
Asociación LOLA VELAYOS recibió 6.681 euros en
materia de “intervención psicológica; asistencia jurídica; prevención de
accidentes ‘in itinere’; prevención, concienciación y sensibilización en
accidentes de tráfico”
Más de 1,2 millones de euros para
radares
Casi medio millón de euros. ¿Suficiente? Es más
que llamativa esta partida si se compara con la política de prioridades del
departamento adscrito al Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz, tan
sólo comprobando las últimas adjudicaciones. El 3 de diciembre, el BOE publicaba
dos anuncios de la DGT por los cuales se adjudicaban dos contratos negociados
sin publicidad para la misma empresa, Etel 88. El primero de ellos comprendía el
“suministro de 4 cinemómetros para usar desde aeronaves de la DGT”. El segundo,
tenía como objeto el “suministro de un sistema de captación de imágenes MX15 con
capacidad cinemométrica en cambio estándar para los helicópteros dela DGT”.
Ambos suman más de 1,2 millones de euros -640.000 euros el primero y 605.000 el
segundo-. En concreción, este presupuesto se destina a la obtención de 5
radares. Un importe que había que multiplicar varias veces atendiendo a las
adjudicaciones que han seguido el mismo camino y que se han producido a lo largo
de este verano. Lo concedido en 2013 a las organizaciones que ayudan a las
víctimas de los accidentes viales, representa tan solo el 37% de lo dedicado a
estos cinco radares.
Funciones todas ellas de vital importancia para
la sociedad de hoy día, mucho más que los medios de control de velocidad. De
hecho, desde la llegada de la nueva directora en sustitución de Pere Navarro,
apenas se han producido propuestas en seguridad vial sino tan solo una serie de
alteraciones de la velocidad en las vías españolas. El ánimo por recaudar parece
estar detrás de todas estas estrategias, olvidando las verdaderas funciones de
la DGT como ocuparse de la seguridad, el cuidado de las carreteras o el
cumplimiento de la Ley.
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